Editorial

Resumen

Los años de la pandemia nos enseñaron mucho sobre nosotros mismos. La reconfiguración del espacio privado, tradicionalmente tan alejado de los compromisos de la subsistencia, tuvo que permitir la entrada de nuestras rutinas laborales, con el consiguiente traumatismo para nuestras vidas y de quienes formaban parte de ellas. Esta pandemia, como todas las que hemos conocido en la historia, sirvió también como un laboratorio social para la implementación de ciertas innovaciones, que no necesariamente han tenido una recepción feliz.

El uso del tapabocas nos enseñó una nueva forma de soberanía individual; con los controles sanitarios renunciamos a parte de nuestra individualidad en procura de la seguridad; con el distanciamiento tomamos un poco más de conciencia acerca del valor de las personas que están alrededor. En este contexto, los medios y los dispositivos electrónicos pasaron a tener la función de la caballería en las viejas películas del oeste americano. El uso de estos dispositivos y los lenguajes que desarrollan, habían dejado de ser una opción hace tiempo y ya se habían convertido en indispensables, pero la pandemia los convirtió en tema, objeto y hasta metodología para el debate de primer orden.

La Revista Luciérnaga, que llega a su edición número 26, tiene el valor adicional de ser la primera que editamos con la intención de mostrar el producto de la reflexión de varios investigadores sobre el tema que señalamos. La comunicación y, en particular, la comunicación audiovisual, han ganado una centralidad que exige ser convertida en un objeto de investigación permanente. Ya pasaron los tiempos en que el funcionalismo nos enseñó a ver la comunicación como algo que hacemos. Hoy en día, la comunicación es lo que somos también y, lejos de ser una herramienta o un fenómeno externo a nuestra existencia biológica, la comunicación y sus formas nos definen como seres vivos.

El número que hoy entregamos a los lectores reúne investigaciones y reflexiones que pertenecen a esta larga seguidilla de miradas que intentan mostrarnos que la comunicación es la piel de la que estamos hechos. Los invitamos a leerlo y a que escriban sus comentarios a nuestro correo investigacion_comunicacion@elpoli.edu.co

EDITOR: Juan Fernando Duarte Borrero.